Víctor Lidio Jara Martínez

Víctor Lidio Jara Martínez, de origen campesino, proveniente de La Quiriquina, Chillán Viejo, 1932. Es hijo de un inquilino y una cantora popular, de esta última heredó la afición por la música. El padre los abandonó y tras de eso la familia se trasladó a Santiago. A los 15 años ingreso a el seminario redentorista de San Bernardo, luego de quedar huérfano. Más adelante, en 1953 entró al coro de la Universidad de Chile, momento en el cual inicio formalmente su camino por la música. En 1957 se unió a la Escuela de Teatro de la misma universidad, donde conoció a Violeta Parra, quien lo acogió como discípulo. En este mismo año, comenzó a construir si labor dentro de la música popular desde su participación en el grupo Cuncumén. En el año 1960 recibió el título de director teatral y pasó a formar parte del directorio del Instituto del Teatro de la Universidad de Chile. En esa década obtuvo numerosos premios y reconocimientos, debido a que se consolidó como uno de los mejores directores de la escena chilena. 

Apoyó fuertemente la candidatura de la Unidad Popular de  Salvador Allende como militante de las Juventudes Comunistas. Durante el periodo de Allende, fue nombrado embajador cultural del gobierno.

El 11 de septiembre de 1973, acudió a cumplir sus labores a la Universidad Técnica del Estado, donde fue tomado como prisionero por tropas del Ejército de Chile. Fue trasladado al Estadio Nacional, donde fue brutalmente torturado y asesinado el día 16 de septiembre de 1973.

Aportes:  

- Su contenido musical trataba sobre su pueblo y sus problemas. Estas canciones eran utilizadas en cualquier manifestación progresista o concentración universitaria del extranjero, particularmente en la España de la transición.

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- Presentó un aporte al folclor chileno, ya que, su creación musical tendió al rescate de la tradición popular y la reivindicación social de las clases desposeídas del país.

- Fue uno de los mayores exponentes de la Nueva Canción Chilena, movimiento musical que nace fines de los años 60.

Reflexión Personal:

En nuestro mundo actual, Víctor Jara sigue siendo uno de los mayores exponentes de la música chilena. Gracias a esto es recurrido por la mayoría de docentes de música, incluso es recomendado por el Ministerio de Educación en sus planes y programas en los diferentes niveles de la educación escolar, también es considerado en universidades y conservatorios para su análisis, interpretación, o arreglos.

Víctor Jara obtuvo éxito no solo en Chile, si no que también a nivel internacional, ya que sus canciones son cantadas en manifestaciones de otros países del mundo. Además su contenido musical es la inspiración de otros canta autores de la actualidad. Durante los primeros años de la década de los 70, víctor tuvo relación con la nueva trova cubana, la cual trataba de manifestaciones, a través de letras musicales donde la mayoría de las veces eran acompañadas tan solo de una guitarra.

Hoy en día, las marchas que se hacen por el descontento de la ciudadanía contra el Gobierno, son relacionadas con las que se hacían en los tiempos Jara, dentro de las marchas uno se puede encontrar con música popular, con letras que son hacen notar el descontento, frases citadas de canciones de sus canciones, etc. como por ejemplo:

Levántate y mírate las manos
para crecer estréchala a tu hermano
juntos iremos unidos en la sangre
hoy es el tiempo que puede ser mañana

Líbranos de aquel que nos domina en la miseria
tráenos tu reino de justicia e igualdad
sopla como el viento la flor de la quebrada
limpia como el fuego el cañón de mi fusil

Hágase por fin tu voluntad aquí en la tierra
danos tu fuerza y tu valor al combatir...

Este extracto anterior, es de una canción llamada Plegaria a un labrador.

En la actualidad el estadio donde lo asesinaron brutalmente, lleva su nombre.

Su aporte al folclor chileno, aún tiene influencia en la cultura popular por ejemplo, la canción llamada Manifiesto la cual se convertiría en su canción-testamento:

Yo no canto por cantar
ni por tener buen amor
canto porque la guitarra
tiene sentido y razón
tiene corazón de tierra
y alas de palomita...

En fin, Víctor Lidio Jara Martínez a dejado un legado tanto político como cultural, y musical. Su favoritismo comunista lo llevo a dejar marcado su nombre dentro de la historia chilena y musical a nivel internacional.

                                           Autores: Matías Contreras ; Marcelo Opazo (el dolape).